Si estas muerta... ¿ También habré de morir contigo?

No lo dudo...

Oma consumió sus carnes en ayuno, y fue consagrada por los benditos gusanos térreos
suaves y deslizantes, su incendio descendio con los mortales , para alimentarlos de su venerado cuerpo, alabado entre los hombres como una virgen para las prostitutas, manchada de sangre , de semen y de la misma inmundicia que cada noche tomaba entre sus labios de sirena, y de aquellos años cuando amaba a Evarión con toda la sinceridad de sus caderas danzantes y era intensa...

Ardía en su incendio de aureolas , en los senos encumbrados hacia el sol del medio día, cuando el padre Feliciano daba la misa y entonces ella disponía a bendecir el atrio de la antigua Iglesia de Santa Odhigitria Mater con Evarión en el fluir de su instrumento de salvación, un falo en erupción mientras parecian agonizar en fluídos e interminables orgasmos...

¿ Estaba contenta?

La misa terminaba y ella estaba amándose con el futuro sacerdote del pueblo...

Sólo tenía 14 años y nadie creería que la dulce joven era una megaputa en plena efervescencia...

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