Amaba a un asesino serial... y a nadie le importaba

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Y recordaba sus años de juergas brutales...

¿¡Ay de ti María Tristeza, por qué se acabaron tus años !?

Me susurran los años que tú fuiste mujer letal, incluso que llegaste a matar igual que él.

(Y entonces, se cierran las ventanas de la ilusión)

¿Te acuerdas de cuándo amaste a ese hombre en el casino?

No lo olvides, te lo ruego, y aunque cada día puedas sentir la muerte penetrandote y llevándote más y más hacia donde no queremos llegar...no lo olvides, María Tristeza, que ese hombre ha sido el único que llegó a amarte, con sus locuras y sangre ¡y nadie va a negar que hacer el amor en la pileta del bautismo fue todo un hito !

Recuerdo, recuerdos... todos tuyos y de paso míos, porque yo soy la última voz que te queda enrredada en el alma, la última que se irá cuando tus pupilas se dilaten.

Deberían burlarse de ti los atardeceres, querida María, deberían caerse los soles y derretirse ante tus canas rojo silencio, esas canas que antes fueron llamas encendidas en ti, tú, la hermosa y siempre valiente...

Y hoy los girasoles brincan con el color de tus iris deslavados, azul piedad, azul anatema, ojalá la noche retuerza cada malestar que te cimbra...y que en los oscuro me duele a mí.

La puerta rechina ¡ Maldita sea, maldita !, ¿No puedes dejar de señalarme mi soledad?, ese infranqueable sabor dle abandono...

¿ dónde estarán mis hijos, dónde morirá el hálito de cada uno ?

(y María tristeza por primera vez, llora... y sus arrugas se impregnan de esa nostalgia)

21.44

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